Sentada en el Starbucks de Fuencarral…
Tomando un café helado, viendo a la gente pasar… El momento más relajado de las últimas dos semanas.
Entre madrugadas hospitalarias, visitas al tanatorio no tan inesperadas el curro y el estrés por fin parece que la cosa se relaja.
Todo bien, las visitas hospitalarias fueron solo eso, visitas sin consecuencias. Y la funeraria fue por eso que ocurre cuando uno llega a una edad, y el cuerpo ya no puede más.
Acabo de salir de una reunión, fructífera supongo. Que nos da un plazo de tres años de seguir currando y a partir de ahí si hay suerte, quieren y seguimos aguantandonos venirnos a currar al centro mismo de Madrid. Me gusta (mucho) el sitio, se puede ir en moto y aparcar en el parking. Quizá sea estancarse en el puesto pero mientras que ko ke agobie eso esta bien.
A 3 minutos de la calle fuencarral… Menudo peligro… Ojalá… Ya se vera…
Y ahora para casa dando un paseo… (como me molan las mañanas de curro así)
Vaya. No puedes negar que tienes días variaditos. Los cambios enseñan más que un buen maestro. A ver qué tal. Ánimo.
Me alegro de que las estancias hospitalarias hayan sido sólo eso. Y lo del tanatorio es inevitable, aunque a mí me deja un mal cuerpo…
Puedes ir paseando a trabajar???? eso me parece un lujo. Siempre he trabajado a unos 15 o 20 km de Madrid y si sumas los tiempos, son horas y horas de tu vida desplazándote.
🙂
Gracias Juli Gan!
Chris! Ya me gustaría ir paseando a trabajar… desgraciadamente solo fue un día de reunión en el centro, normalmente son 75 km de coche y atasco… eso si esos kilometros me llevan a la sierra, aire fresco y campo. No se puede tener todo a la vez!